ALMA

UN RELATO DE BEGOÑA GALLEGO
ALMA
Ella era alta, aun así siempre iba subida encima de unos
zapatos de tacón de aguja. Sus ojos azules, fruto de unas lentillas que sólo
abandonaba para dormir. Una melena rubia repleta de tirabuzones con ningún mechón de pelo fuera de lugar. Sus medidas 90-60-90
conseguida a fuerza de bisturí que moldeó más de una parte de su cuerpo buscando un
equilibrio en su mente.
Su nombre es Alma.
Las personas de su pasado no podrían reconocer al retraído, tímido y miedoso yo
de antaño que Alma había abandonado hacía ya varios años. Ya no tartamudeaba, ni su mirada se
perdía en los charcos del suelo. Ya no temblaba cada vez que uno de los matones del colegio
se le acercaba
ni se amedrentaba gente a las burlas que le persiguieron en sus días de
escuela.
Alma marcaba su paso firme, haciendo equilibrios en sus zapatos que remarcaban sus gemelos y glúteos perfectos, fruto del bisturí y las eternas horas de gimnasio. Ahora miraba a los ojos para inundarte con la marea de su mirada, enredándote con las redes de sus palabras. Nadie escapaba a la sensualidad de Alma, que atrapaba en la tela de araña de sus piernas y sus labios a todo aquel que se le acercaba.
Alma ya no era una presa. Dejó de serlo cuando comenzó a aceptarse decidiendo dejar de ser él para pasar a ser ella.
FIN